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Clínica Cardiovascular de Cidra celebra 25 años de vocación y compromiso

Writer's picture: The San Juan Daily StarThe San Juan Daily Star

Durante 25 años, la doctora Julia S. Vázquez Martirena, cardióloga, ha visto materializarse su llamado al cuidado de los demás, una vocación que sintió desde muy joven y que la llevó a formarse en medicina y especializarse en cardiología.



Con una destacada trayectoria como especialista en Cardiología, la Dra. Julia S. Vázquez Martirena, originaria de Cuba, cursó sus estudios en la Universidad Central del Caribe (UCC) en Puerto Rico y completó un curso electivo en la prestigiosa Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
Con una destacada trayectoria como especialista en Cardiología, la Dra. Julia S. Vázquez Martirena, originaria de Cuba, cursó sus estudios en la Universidad Central del Caribe (UCC) en Puerto Rico y completó un curso electivo en la prestigiosa Universidad de Harvard, en Estados Unidos.

Por: Yeidy A. Vega Alicea

Fotos por: Hilda Muñoz Aponte


Esa trayectoria la ha convertido en una líder inspiradora para su equipo de trabajo y en una figura clave para su comunidad de pacientes en la Clínica Cardiovascular de Cidra (CCC), institución que fundó en el año 2000, estableciendo el primer centro especializado en salud cardiovascular en ese pueblo.


Al celebrar su aniversario, la doctora reflexionó el camino recorrido con una mezcla de gratitud, serenidad y madurez, reconociendo los desafíos y logros que han dado forma a su carrera y a la clínica que representa.


“Es muy gratificante, sobre todo porque se trata de un área de servicio al corazón. Haber podido tocar los corazones de tantas personas y manejar esa responsabilidad a veces me parece increíble. Me pregunto: ¿Cómo es posible que haya podido estar al frente de esto? Es una gran gracia de Dios, porque el talento y la inteligencia son dones dados”, expresó la cardióloga.



El impacto en sus pacientes


El administrador de la Clínica Cardiovascular de Cidra, Alfredo Rodríguez Vázquez.
El administrador de la Clínica Cardiovascular de Cidra, Alfredo Rodríguez Vázquez.

El resultado de sus servicios se manifiesta en los pacientes. Jorge Luis Ramos Rivera, quien recibe atención en la oficina desde 2009, es uno de los que reafirma cómo la intervención de la doctora ha sido de gran beneficio para su salud y cómo su trato y atención detallada le hacen sentir un especial aprecio.


“Los estudios ella los lee bien detalladamente y cuando recibo tratamiento comienzo a sentirme diferente, respiro mejor. Ella siempre está pendiente y te pregunta todo. Aparte de Dios ser misericordioso, yo le digo a Julia que ella es mi ángel. Dios me ha permitido llegar hasta aquí y Julia ha sido el instrumento para mirar mi corazón”, expresó Ramos Rivera.



Innovación tecnológica para el cuidado del corazón


Según Vázquez Martirena, aunque los procedimientos en el cuidado cardiológico no han cambiado tanto con los años, destacó los beneficios de las nuevas tecnologías. En 2024, incorporaron el dispositivo Assert IQ, un sistema que permite el monitoreo remoto de los latidos del corazón de pacientes con palpitaciones irregulares, sin necesidad de que estos se desplacen hasta la oficina.


“Muchos pacientes llegan a la clínica con palpitaciones. Se quejan de que su corazón está agitado, de que les falta el aire. No es que se les ponga un monitor de inmediato a todos los que presentan ansiedad o nerviosismo; hay que ir paso a paso. Pero cuando se excluyen causas emocionales o problemas como tiroides o anemia, y los estudios básicos no muestran nada concluyente, el monitoreo se convierte en una herramienta clave”, explicó.


De izquierda a derecha: Los doctores Alan Méndez Pérez y Luis Cruz Agrinsoni, médicos asistentes en la Clínica Cardiovascular de Cidra.
De izquierda a derecha: Los doctores Alan Méndez Pérez y Luis Cruz Agrinsoni, médicos asistentes en la Clínica Cardiovascular de Cidra.

Además, la doctora subrayó que, con el paso de los años, ha observado un aumento en la presencia de pacientes jóvenes en su oficina.


“Diría que los jóvenes están más enfermos, algo que no veía tan evidente antes. Esto lo puedo confirmar por mi experiencia a lo largo de los años”, afirmó.



La misión de cuidar corazones ante los desafíos


Con 13,000 pacientes activos, la doctora también mencionó el reto que representa ofrecer atención cardiológica en Puerto Rico ante la escasez de especialistas, una preocupación compartida con sus colegas..


“La necesidad es evidente. La población está muy enferma y la demanda es alta, pero no hay suficientes profesionales para atenderla. Estamos sobrecargados. Muchas veces las citas son lejanas, no podemos atender a todos de inmediato. Sin embargo, gracias a la organización de mis asistentes, hemos podido manejarlo mejor. Pero en general, los cardiólogos en Puerto Rico estamos sobrecargados”, aseguró.


A esto se suma la burocracia de los planes médicos para la aprobación de medicamentos y procedimientos.


“Es necesario justificar las solicitudes varias veces. Tengo paciencia, pero es difícil. Nuestro trabajo ya es complejo, y las trabas y requisitos lo hacen aún más complicado. Esto ocurre frecuentemente, varias veces al mes, y resulta frustrante porque estamos hablando de pacientes con condiciones delicadas que requieren un manejo cercano de sus tratamientos”, comentó la cardióloga.


Actualmente, la clínica cuenta con un equipo de trabajo de 18 personas, incluyendo a la cardióloga, médicos asistentes, técnicos cardiovasculares, personal administrativo y de servicio al paciente.
Actualmente, la clínica cuenta con un equipo de trabajo de 18 personas, incluyendo a la cardióloga, médicos asistentes, técnicos cardiovasculares, personal administrativo y de servicio al paciente.

Transformación con visión de futuro


Con el aumento en la cantidad de pacientes, el pasado año la Clínica Cardiovascular de Cidra contrató a los doctores Alan Méndez Pérez y Luis Cruz Agrinsoni, médicos asistentes, y amplió su cantidad de personal de enfermería a cinco recursos. Además, contemplan la pronta contratación de un especialista en cardiología para asumir parte de la carga de trabajo.


Por su parte, el administrador de la clínica, Alfredo Rodríguez Vázquez, destacó algunos esfuerzos clave para mejorar el servicio y fortalecer la relación entre los empleados.


“Me he convertido en un experto en contratar y retener al personal clave que hace que todos trabajemos en la misma dirección. Eso ha sido crucial para la estructura de la clínica”, indicó. Entre los cambios, resaltó la implementación del expediente electrónico, la apertura de un centro de llamadas para agilizar el proceso de citas y la modernización de la planta física, entre ellas, la ampliación de un baño para personas con diversidad funcional y la modificación de sus aceras para facilitar la llegada a la oficina.



Un corazón agradecido


Vázquez Martirena agradeció a su equipo de trabajo y a la comunidad de pacientes que durante más de dos décadas han confiado en sus servicios y cuidados. “Estoy profundamente agradecida, primero a Dios, por darme la oportunidad de atender a tantas personas y poder proyectar lo mejor de mí hacia ellas. También le agradezco a todas las personas que han trabajado conmigo, porque han sido fundamentales para lograrlo. Sin su apoyo, no lo hubiera podido hacer. Aprecio la confianza que han depositado en mis decisiones como médico y la lealtad que siguen demostrando. Ese tipo de confianza no tiene precio, y lo agradezco de todo corazón”, expresó la cardióloga. La Clínica Cardiovascular de Cidra está localizada en la calle Baldorioty 27 en ese pueblo. Para más información sobre citas u orientación sobre sus servicios, puede comunicarse al 787-714-2310, 787-991-5022, buscar sus cuentas en Facebook e Instagram y visitar clinicacardiovascularpr.com.


La Clínica Cardiovascular de Cidra fue inaugurada en el año 2000 y actualmente es el centro de cuidado más completo en la región centro-norte de Puerto Rico.
La Clínica Cardiovascular de Cidra fue inaugurada en el año 2000 y actualmente es el centro de cuidado más completo en la región centro-norte de Puerto Rico.

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